miércoles, 24 de octubre de 2007

NIÑOS EN SILENCIO

- Las personas sordas se enfrentan a diario a dificultades en todos los ámbitos
- La asociación Anfas ayuda a las familias a aceptar la sordera de sus hijos
- Varios expertos se reunirán en Madrid para hablar de las barreras en el aprendizaje


Primero llega la negación. Después, la confusión, el dolor y el hundimiento y, por último y tras un periodo de tiempo, la aceptación de la realidad. Son las fases más comunes por las que pasan los padres al enterarse de que su hijo es sordo.

Según afirma Isabel Pérez, psicóloga de Anfas (Asociación de Familias y amigos del Sordo), "el primer problema de las familias es la forma en la que reciben el mensaje". Esta experta, que trabaja en el programa de Atención y apoyo a familias de Anfas, explica que el otorrino, tras varias pruebas médicas, confirma a los padres lo que no querían saber: "'tu hijo es sordo', dicen, sin más añadido, en el 95% de los casos". Y, a partir de ahí, los familiares tienen que "buscarse la vida".

Tras la fase de duelo y los sentimientos de culpa, la mayoría de los padres empieza a actuar y a participar de la educación de sus hijos. Para ayudarles ante esta nueva etapa se creó en 1998 Anfas, una asociación sin ánimo de lucro que tiene como objetivos ayudar a los sordos y sus familias a lograr una mejor integración social. "Aquí las familias se dan cuenta de que no están solas en el mundo, de que hay más gente que pasa por lo mismo", reconoce Isabel.

Además, "les ayudamos a que se den cuenta de que pensar 'no quiero tener un hijo sordo' es un sentimiento mucho más normal que el de decir 'bueno, no pasa nada'", añade esta especialista.

"La sociedad no está nada adaptada a las necesidades de estas personas. Todo son barreras para ellos"

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Junto con la asistencia al logopeda, los exámenes de audimetría y otros requisitos necesarios para el niño sordo, la psicóloga de Anfas afirma que "estos niños no necesitan más cuidados especiales que otros. No existe una psicología específica del niño sordo ni tienen una forma de ser distinta. Lo único que les hace especiales es que necesitan audífonos o implantes y deben aprender a aceptar su discapacidad".

"Estos chicos pueden llegar a ser lo que ellos quieran siempre que se esfuercen y no pongan su sordera como justificación", reconoce Isabel.

Un mundo de barreras
Las personas sordas tienen que superar diariamente barreras en todos los ámbitos. Uno de ellos, según señalan desde Anfas, es el económico, ya que los audífonos o los implantes cocleares que necesitan rondan los 6.000 euros. En cuanto a los audífonos, las pilas se cambian cada dos días, lo que supone unos 40 euros al mes. Además, Isabel añade los gastos que genera "el logopeda y el apoyo escolar para los niños que lo necesiten".

Esta psicóloga afirma que "la sociedad no está nada adaptada a las necesidades de estas personas. Todo son barreras para ellos. Por ejemplo, en el aeropuerto no se pueden enterar de los avisos de los vuelos, en los autobuses no pueden oír si el conductor hace alguna indicación o en un examen en la universidad, si el profesor comenta algo de las preguntas, ellos no podrán hacer caso. Alguno de estos obstáculos son tan fáciles de solucionar como escribiendo en la pizarra o poniendo carteles luminosos".

Para Isabel, el problema es que "no queremos esforzarnos en ayudarles. Facilitarles la vida requiere un pequeño esfuerzo y no estamos dispuestos a hacerlo". Esta situación hace que también "tengan muchísimas dificultades para encontrar trabajo".

Para hablar de esta realidad, Anfas organiza el I Congreso Internacional sobre la 'Presentación de Modelos para la Eliminación de Barreras en el Aprendizaje', que se celebrará en Madrid los días 16 y 17 de noviembre.

Fuente: El Mundo

Boletín Oficial del Estado (BOE)


Más información B.O.E. (pulsar): http://www.boe.es/g/es/bases_datos/doc.php?coleccion=iberlex&id=2007/18476&txtlen=1000

viernes, 5 de octubre de 2007

LUZ VERDE A LA LEY

La Comisión de Trabajo y Asuntos Sociales del Senado ha aprobado hoy por unanimidad el proyecto de ley por el que se reconocen las lenguas de signos españolas y se regulan los medios de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas. Los grupos parlamentarios del PP y el PNV habían presentado 16 enmiendas en total al texto remitido por el Congreso, pero en la comisión optaron por retirarlas en favor de una rápida aprobación de la ley, que "urge", recalcó la senadora del PNV Inmaculada Logroño. El proyecto de ley se ratificará en Pleno la próxima semana y en ausencia de modificaciones, con respecto al texto que llegó del Congreso, quedará aprobado definitivamente y entrará en vigor tras su publicación en el BOE. Esta ley reconoce y regula la lengua de signos española como la lengua de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas en España que libremente decidan utilizarla, sin perjuicio del reconocimiento de la lengua de signos catalana en su ámbito de uso lingüístico. Además, todas las alusiones que la ley hace a la lengua de signos española se entenderán válidas para el resto de las lenguas cooficiales, para su ámbito territorial propio, sin perjuicio de lo que establezca cada comunidad autónoma. La nueva norma impone, entre otras obligaciones, que las Administraciones educativas dispongan de centros escolares con recursos para facilitar el aprendizaje de las lenguas de signos. También obliga a prestar servicio de intérpretes en lengua de signos española en puertos, aeropuertos y estaciones de autobuses y a que los poderes públicos promuevan la prestación de servicios de intérpretes a las personas sordas, con discapacidad auditiva o sordociegas, cuando lo precisen, en diferentes áreas públicas y privadas, como hospitales, centros de salud, centros de actividades deportivas, culturales y de ocio, ministerios, etc. Además, por esta ley, los poderes públicos, partidos políticos y agentes sociales deberán facilitar las informaciones institucionales y los programas de emisión gratuita en los medios de comunicación plenamente accesibles para las personas sordas. Los medios de comunicación también deberán incorporar en parte de su programación la lengua de signos, así como las páginas y portales de Internet de titularidad pública. Otra novedad es la creación del Centro de Normalización Lingüística de la Lengua de Signos Española, una especie de Real Academia de la Lengua de Signos; que tiene como finalidad investigar, fomentar, difundir y velar por el buen uso de esta lengua. Asimismo, en virtud de esta norma, las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas que precisen de apoyos técnicos, como implantes cocleares o audífonos, podrán recibir ayudas económicas públicas, independientemente de la edad que tengan. Hasta ahora, este tipo de ayudas estaba previsto sólo para las personas de hasta 16 años, por lo que el texto, tal y como quedó tras su paso por el Pleno de la Cámara Baja, permitirá beneficiarse de estas ayudas también a los adultos. Concretamente, la redacción actual de la norma prevé en una disposición adicional que "los poderes públicos, en el ámbito de sus competencias, aporten financiación para la adquisición de apoyos técnicos para personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas". El senador del PP José Luis Juan anunció, al término de la comisión, que su grupo presentará una proposición de ley para apoyar específicamente a los sordociegos, al entender que estas personas tienen unas especiales dificultades. La ley crea también el Centro Español del Subtitulado y la Audiodescripción, que impulsará la accesibilidad de los productos audiovisuales.

Fuente: DISCAPNET.